30 de diciembre de 2009

SI HUBIERA...

Cuántas veces se han hecho la pregunta ¿Qué hubiera pasado si…?

A veces ni el arrepentimiento ni los remordimientos son suficientes para darnos alivio y tranquilidad por las tonterías que hemos cometido. A veces la culpabilidad es demasiado grande, como para desear que el tiempo marche hacia atrás. ¿Cuántas veces han deseado una oportunidad para hacer las cosas de una manera diferente a como las han hecho? El presente es un instante fugaz, apenas perceptible y conciente. El pasado son acontecimientos que se acumulan en nuestra memoria, y el futuro es algo incierto, del que no tenemos ninguna certeza. Nunca sabremos cual será el segundo fatal o decisivo, por más seguros de vida que compremos.

Cuando algo no nos ha salido bien, cuando sabemos que hemos cometido un error, no dejan de pasar por nuestra memoria esas mismas imágenes, una y otra vez. Pensamos y repensamos lo que ocurrió. Y nos dan ganas de regresar el tiempo para corregir nuestros errores. O peor todavía: nos da por pensar, una y otra vez de nuevo, que hubiera pasado si hubiéramos hecho aquello o lo otro. Entonces empieza a correr otra historia distinta, completamente diferente por nuestra mente.

Es entonces esa, una historia virtual, donde los acontecimientos son muy distintos. Nadie puede negar esa idea. Todo mundo ha pensado, al menos por unos instantes, como hubiera sido su vida si no hubiera conocido a alguien o si se hubiera ido a una escuela diferente.

“Si yo hubiera hecho”. “Si yo le hubiera dicho”. U otras variantes de lo mismo: “Si yo fuera valiente”. “Si yo me animara”. “Si yo no fuera tímido”. “Si yo fuera presidente”. Ja!ja!

El valle de lamentos por lo que pudimos haber logrado de tan solo habernos decidido a tiempo, (aunque nadie nos diera garantías de que “hubiera” pasado) está resbaloso, lleno de lágrimas, y tan lleno de babosos como yo que todavía nos molestamos dándonos de golpes en el camino. Esto es algo mundial, pero también muy MEXICANO. Honestamente: NUNCA llegaríamos a adivinar con exactitud que hubiera sido si… porque las cosas simplemente SE HACEN O NO SE HACEN.

Creo que todo lo que uno deja de intentar, y por lo mismo no se hizo y no pudo ser, y que se calcula desde la silla o en la cama con la pinga en la mano o un dedo metido en la vagina o en el culo, son puros cuentos, de esos que solo sirven para CARCOMERSE el cerebro y nuestra tranquilidad, atormentándonos como si no estuviéramos ya lo suficientemente castigados. Quienes aprovechan lo que se les presenta en el momento nunca hablan sobre lo que pudo haber sido, ni lo lamentan o lo echan de menos, porque sencillamente accionan y lo que no fue no fue. Les queda claro.

Las oportunidades nunca se repiten: esa chica caliente en la cama que quería tu pene envuelto en llamas ¡nunca te lo volverá a pedir! ¡NOOOOO! Alguien que aprovecha sus oportunidades nunca se verá en la necesidad de contarte lo que pudo haber pasado sino que te cuenta ¡lo que ya hizo!

La vida parece tener dos respuestas a los acontecimientos que la forman. Por una parte hay quienes creen en el destino, que cada uno de los pasos que han dado en la vida ha estado marcado por alguien o por algo (algunos lo llaman Dios), de poder sobrenatural y que dicta los sucesos como si se tratara de un guionista de nuestras vidas, siendo nosotros simples títeres de su alocada imaginación, me incluyo al creer en el destino sin embargo yo no nombraría a Dios como el encargado de ello sino el simple destino.

Por otra parte están los creyentes del azar, aquellos que suponen que su existencia no es otra cosa que una infinita cadena de pequeñas coincidencias, que los han llevado hasta le lugar en el que se encuentran, pero en el que tienen la posibilidad de decidir. La suerte la hacen ellos mismos. A mí me gustaría creer más en esta opción: la del azar. No pensar en eso del destino. Aunque tal vez solo se cambia un “Dios” por otro, pero solo que a uno lo puedo ver todas las mañanas cuando miro al espejo, mientras que del otro no he sabido mucho, por más que le llamo a su teléfono celular. Además creyendo en el azar tendría la posibilidad de creer que mi vida pudo haber sido distinta (no sé si mejor, pero al menos distinta si) porque me da la libertad del “QUE HUBIERA PASADO SI”. Y entonces con ello tengo para atormentarme el resto de mis días en imaginarme que hubiera pasado si hubiera estado en un pasillo distinto aquella mañana de agosto.

A los mexicanos nos encanta soñar con el que hubiera pasado. Si hubiera pensado. Si hubiera dicho que no. Si hubiera crecido en otra familia. Si no hubiera tomado. Si hubiera dado la vuelta. Si hubiera llegado más temprano. Si hubiera participado. Si hubiera visto. Si me hubiera dado cuenta. Si hubiera seguido. Si hubiera dicho que no. Si me hubiera dicho que si. Si hubiera comprado. Si hubiera avisado. Si hubiera jugado. Si hubiera ganado. Si hubiera hecho eso. Si hubiera llegado primero. Si hubiera ido ese día. Si hubiera hablado. Si hubiera estudiado otra cosa. Si hubiera aceptado. Si hubiera…

Despedazarnos el seso con estupideces nos hace sentir que de alguna manera hubiéramos podido tener una oportunidad y es lo más cercano que tenemos al sabor del éxito. Pero esto esta jodido, porque: no estamos hablando NI SIQUIERA DE LA EXISTENCIA DE LA PINCHE PUTA OPORTUNIDAD, sino solamente de su posibilidad. Mierda. No. Qué asco. Me caga pensar y repensar.

¡Bah! ¡Que más nos da! Que vivan otros. Nosotros ya estamos muertos.


WHAT IF…?

3 comentarios:

  1. Yo por lo general me hago preguntas del tipo ¿Y si hubiera sido hija única? ¿Y si hubiera ido a una escuela pública? ¿Y si mis padres hubieran escogido vivir más cera de la civilización? ¿Y si hubiera nacido en algún país primermundista? Tal vez mi vida sería mejor o peor por una simple posición geográfica, who knows? Pero al cuestionarme ese tipo de cosas me doy cuenta de lo afortunada que soy (en cierto aspecto) y que así estoy bien, también soy creyente del destino, sin embargo, no creo que todo esté predestinado, sino que poco a poco con las decisiones que tomamos el destino se traza solo. Y se supone que este era un comentario no un debraye para mi blog XD. Como sea, me gustó mucho tu post, se me removió hasta el tuétano. Algo que todos los mexicanos deberíamos meternos en la cabezota, porque somos muy ingeniosos pero la hueva nos pesa.

    ResponderEliminar
  2. muy de acuerdo con tu comentario...

    y asi es... no podemos hacer nada mas que escribir.. si tal vez para nosotros mismos, pero intentarlo... :)

    ResponderEliminar