15 de abril de 2012

Un castillo en la arena.

Ella duele, duele justamente en esos atardeceres que ya no podré ver a su lado nunca más, el sol chocando con el mar es testigo de mis pensamientos, de todos mis recuerdos que son ocupados por su ausencia.
Estoy sentado en la arena, las olas alcanzan a mojar mis dedos de los pies, mi trasero luce lleno de arena y los agonizantes rayos del sol arden en mis brazos. No sé qué temperatura tiene el agua, no sé cuan profunda sea. En el pasado me he arrodillado para estirarme y sumergir un dedo para calcular la distancia del fondo. Abominable calculador.

No más, brinquemos pues. Sé que alguien me intentará sacar, o tal vez llamar a una ambulancia. Si es que salgo.
Arcoíris de café, flor de coco, ríos de semen, cerveza azul, miel de ozono. Hoy tampoco tengo ningún pinche color.
¡Un momento! Ella me espía por entre las palmeras, como quien no tiene prisa, como quien tropieza con una piedra amable que se repite milagrosamente en el camino. Por entre las palmeras hay cangrejos mágicos. Son mis manos tristes.
A veces siento que mi diario es el único pasado que tengo, llegamos al setenta y cuatro y nos detuvimos. Quedaron cuadros sin usar, de muchos colores y sabores; me temo que se quedarán guardados para siempre. Otro laberinto en la arena por recorrer y adelante, que ya es tarde.
Me levantó y dejó atrás las olas, soy friolento, tiemblo y lloro como siempre. La espía lo nota, se acerca y me besa en la mejilla, me pregunta que qué me pasa, “ven, acércate y abrázame, quiero oler a ti”. Me quedó atónito, al final caigo en realidad, yo a las personas no les hablo de "Tú" ni de "Usted", yo les hablo de ti.
“No pidas un presente y ni sueñes con un futuro, cuando aún traes pendiente asuntos de tu pasado. Aprender a dejarla ir como la prueba más grande de tu amor por ella”, me dice sabiamente. Ya es hora, el sol se marcha, una salida triunfal, él se va y nosotros nos quedamos, solos en la playa, solos en el mundo. En un futuro donde no habita nadie, ni ellas, ni yo, ni nadie.
Ven, quédate, hagamos un castillo en la arena.


Espero que exista un cielo para todos aquellos "te amo" y "te quiero" que no te dije.

Espero que exista un cielo para todos aquellos "te amo" y "te quiero" que no te dije.


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