Salgo del cine, el reloj me anuncia que voy tarde. Ambas puertas del club se abren y de fondo suena una canción como si se tratara del año seis mil seiscientos sesenta y nueve. Yo no sé si tú sabes.
Estoy en una edad en que, mire lo que mirase, sienta lo que sintiese, piense lo que pensase, al final, como un bumerán, todo volverá al mismo punto de partida: yo.
Rilke le escribe a Kappus.
No hoy
ni mañana.
Los soldaditos blancos están muy alegres y salen a batalla como nunca antes lo habían hecho. Son buenos tiempos.
Se molestará. Los demás, ríen.
Nadie puede aconsejarme ni mucho menos ayudarme. Nadie. Sólo hay un camino.
Véase también: destino
Véase también: mi amada soledad
Alguien me dijo "las personas no cambian jamás", entonces hoy pienso en ello, me resigno y me digo a mi mismo:
Estas jodido cabrón.
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